Tropas En La Montaña

Nepal y varios socios de los EE. UU. comparten la cruda realidad sobre las operaciones de gran altitud

Redacción THE WATCH

uando las puertas finalmente se abrieron después de una misión aérea de dos horas y media, 128 paracaidistas se prepararon para efectuar el salto de su vida. El salto se hacía desde una altitud de casi 400 metros en la tierra de nadie en el Ártico —en un lugar llamado Deadhorse en Alaska— y traían consigo más de 90 kilogramos en equipo que incluía calzado especial para la nieve, armas y abastecimientos.

“Cuando saltan los paracaidistas, la temperatura es de menos 76 grados Celsius durante dos y medio segundos hasta que se abre el paracaídas”, dijo el General de División Bryan Owens, el entonces Comandante General del Ejército de los EE. UU. de Alaska (USARAK). “Una vez que se abre el paracaídas, la temperatura es de menos 53 grados Celsius hasta llegar al suelo, y en cuatro horas de operaciones en tierra, es de menos 53 grados Celsius. Fue increíble”.

Los soldados del 4o Equipo de Combate de Brigada (Aerotransportado), de la 25a División de Infantería que se enfrentaron al mortal frío participaban en Spartan Pegasus, un ejercicio anual de adiestramiento en clima frío en la tundra congelada que se encuentra a solo pocos kilómetros del Océano Ártico. Las lecciones de adiestramiento aprendidas durante el ejercicio, que se diseñó en 2017 para recuperar un satélite que había caído a tierra, y en los cursos en el Centro de Adiestramiento de Combate del Norte en Black Rapids, Alaska, pueden significar la diferencia entre una misión con éxito y una tragedia. En temperaturas bajo cero, los detalles más pequeños pueden ser letales —como tocar un arma o rozar la piel desnuda contra el equipo de esquiar.

“Algo tan simple como el contacto de la piel contra el metal es letal”, señaló Owens durante el Simposio y Exhibición del Instituto de Fuerzas Terrestres de Combate Terrestre del Ejército de los EE. UU. (LANPAC) en Honolulú, Hawái. “Eso ocasiona congelación instantánea. Tienes que tener cuidado de que ninguna pieza de metal toque tu cuerpo”.

SOCIOS EN EL PACÍFICO

Desde Denali, la cumbre más alta de Norteamérica, al majestuoso Himalaya de Asia, hasta Los Andes en Sudamérica, muchas de estas lecciones de montañismo militar y sobre clima frío son universales. USARAK trabaja en equipo con países de la cuenca indopacífica para exponer a los soldados a nuevas técnicas y ambientes desafiantes. Los principales socios de USARAK en el adiestramiento en montaña en la región son Chile, India, Japón, Mongolia y Nepal. El adiestramiento combinado y compartir tácticas y técnicas para desempeñarse en temperaturas de punto de congelación prepara mejor a los soldados de EE. UU. y a sus socios para defender a sus respectivos países.

 “Buscamos similitudes con nuestros socios, en geografía y los retos similares que tienen”, dijo Owens. “Eso nos permite compartir las mejores prácticas. Nos permite lograr un desarrollo basado en los puntos fuertes tanto de ellos como de nosotros. Eso ha sido de gran beneficio para nosotros”.

El intercambio también ha beneficiado a Nepal, donde se encuentran el Monte Everest y algunos de los terrenos más inaccesibles en el mundo, dijo el General Rajendra Chhetri, Jefe del Ejército de Nepal.


Un adiestramiento exhaustivo, el mejor equipo y un liderazgo con experiencia son la clave para el éxito. “Hay una diferencia entre sobrevivir en una región fría y funcionar bien”. 

General de División Bryan Owens, Ejército de los EE. UU.


En un país donde el 80 por ciento del terreno es montañoso, funcionar bien en ambientes de gran altitud —desde llevar a cabo operaciones militares hasta rescatar alpinistas en el Everest— es parte de la vida diaria de los soldados nepalís, dijo Chhetri. “Hay muchos retos que tenemos que enfrentar cuando operamos en terrenos de gran altitud”, comentó Chhetri. “Existen riesgos contra la salud si no se usa la ropa apropiada. Con el bajo nivel de oxígeno, puedes sufrir de mal de altura. Si no tienes el equipo apropiado, puedes sufrir congelación.

El Ejército Nepalí comparte estas lecciones con todos sus socios. Ha estado operando la Academia de Adiestramiento de Combate de Montaña y Gran Altitud del Ejército de Nepal durante más de cuatro décadas, dijo Chhetri. Los países vecinos de la cuenca indopacífica, entre ellos Bangladesh, China, Paquistán y Sri Lanka, envían sus soldados a adiestrarse ahí, así como lo hacen Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y otros países de Europa. “Abrimos nuestra escuela de combate a gran altitud a estudiantes internacionales, entre ellos a estudiantes de EE. UU.”, indicó Chhetri. Los EE. UU. participan en ese curso de manera regular”.

Aunque los soldados nepalís tienen una gran experiencia para operar en altitudes elevadas, un Jefe del Ejército de Mongolia dijo que su país comparte información en estos intercambios entre fuerzas militares que se deriva de siglos de llevar a cabo operaciones en ambientes austeros.

Un Infante de la Marina de los EE. UU. protege a su pelotón durante un ejercicio en clima frío en Noruega. FUERZAS ARMADAS DE NORUEGA

El Teniente Coronel Shinebayar Dorjnyam, Subcomandante de las Fuerzas Especiales de Mongolia, dijo a través de un intérprete durante LANPAC, que él asistió al adiestramiento de gran altitud a nivel inicial en Alaska en 2015, y que quedó impresionado con la nueva tecnología que proporcionó el Ejército de los EE. UU.

Aunque los EE. UU. proporcionaron tecnología de punta, dijo el Subcomandante, sus soldados poseen secretos propios del oficio. “Somos únicos porque aun mantenemos los estilos de vida nómada”, señaló. “Preservamos las habilidades que ello conlleva. Sabemos cómo hacer fuego, cómo adaptarnos y ajustarnos — sin tecnología”.

ALIANZA NÓRDICA

El Ejército de los Estados Unidos no es el único servicio que participa en intercambios de adiestramiento en clima frío. Los Infantes de la Marina de los EE. UU. se unirán con un aliado de la OTAN para dominar operaciones en clima frío y de montañismo militar para mejorar la defensa nacional. La Fuerza Rotacional de la Infantería de Marina en Europa llegó a la zona central de Noruega en enero del 2017, son las primeras tropas en desplegarse en Noruega desde 1949.

Como parte de su adiestramiento en clima frío, aprendieron a secar sus ropas empapadas usando su propio calor corporal, cómo consumir cada gota de energía de un reno sacrificado al tomar su sangre y comer su carne, y cómo derretir y hervir nieve para preparar alimento congelado en seco. El despliegue es parte de un acuerdo bilateral entre Oslo y Washington.

SUBSISTIR EN CLIMA BAJO CERO

Aunque sobrevivir en temperaturas bajo cero es difícil, los soldados no pueden permitirse establecer expectativas de bajo nivel. Ellos se adiestran para llevar a cabo operaciones militares en ambientes en los cuales muchas personas jamás estarán expuestas, dijo Owens. “Mucha gente piensa que puedes llevar a una unidad altamente adiestrada a un ambiente de clima extremadamente frío y que ellos se las arreglarán. Ellos van a poder funcionar ahí”, comentó. “Ese no es el caso”.

Un paracaidista del Ejército de los EE. UU. hace una pausa durante un descanso en el adiestramiento con fuego real en la base conjunta Elmendorf-Richardson en Alaska. ALEJANDRO PENA/FUERZA AÉREA DE los EE. UU.

Un adiestramiento exhaustivo, el mejor equipo y un liderazgo con experiencia son la clave para el éxito. “Hay una diferencia entre sobrevivir en una región fría y funcionar bien”, señaló.

En el Centro de Adistramiento de Combate del Norte, a los soldados se les enseña montañismo básico del ejército así como habilidades avanzadas para funcionar en clima frío, que incluyen cómo administrar el calor —”la habilidad para vestirse de manera apropiada, usar capas de ropa y eliminar capas apropiadamente para no transpirar en un ambiente climatológico frío”.

“Uno debe evitar transpirar en un ambiente de clima frío”, dijo Owens. “Eso es muy peligroso”.

En climas con temperaturas bajo cero, demasiada sudoración puede causar que el cuerpo pierda calor rápidamente, induciendo una hipotermia peligrosa.

El cuerpo humano no es lo único que puede volverse letárgico en el Ártico. El equipo también funciona con lentitud. Las armas y los helicópteros, por ejemplo, no funcionan igual en temperaturas bajo cero como lo hacen en climas más cálidos. El equipo de combate para el Ártico se somete a prueba en el Centro de Pruebas para Regiones Frías del Ejército de los EE. UU. en Fort Greely, Alaska, y luego lo evalúan los soldados en USARAK. “Nosotros les proporcionamos retroinformación sobre funcionalidad, dificultades, algunas mejoras que podrían hacer”, comentó Owens.

Los soldados evalúan armas, esquís, botas con barrera de vapor, mukluks canadienses, que son botas altas y suaves que se usan tradicionalmente en el Ártico, así como el equipo de comunicaciones.

Mantener a las aeronaves en vuelo no es fácil. Cuando se prepara un helicóptero Apache en altitudes elevadas, “toma cerca de seis horas hacer que funcionen los equipos electrónicos a bordo”, dijo Owens. “Las baterías tienen poca vida cuando se habla de clima frío. Los aceites, los líquidos hidráulicos, circulan con lentitud.

Un helicóptero Chinook CH-47 del Ejército de los EE. UU. baja a miembros de la Fuerza Aérea de los EE. UU. durante el adiestramiento en Alaska. El ejercicio combinó habilidades para clima frío, navegación terrestre y movilización en el Ártico en el adiestramiento. AEROTÉCNICO JEFE PETER REFT/FUERZA AÉREA DE los EE. UU.

Aun cuando un soldado esté adiestrado y equipado apropiadamente, usar un arma en el frío congelante puede ser problemático. “Operar con guantes para el Ártico es muy difícil”, dijo Owens. “Es un trabajo lento”.

Los soldados aprenden cómo vestirse con capas de ropa y a eliminar ropa de la manera apropiada, para no sufrir congelamiento —y el otro extremo— agotamiento por calor. Esos peligros requieren jefes adiestrados que detecten indicios de problemas. “¿Cómo identificas si uno de tus soldados está sufriendo los primeros síntomas de congelación o agotamiento por calor, lo creas o no?”, dijo Owens. “Hay simples tareas de liderazgo como hacer que tus soldados tomen agua. A menos 40 grados Celsius], nadie quiere tomar agua”.

Al otro lado del mundo, los retos del montañismo militar en el Himalaya requieren diferentes tipos de equipo. Algunas veces las últimas tecnologías no son la mejor opción. “Las carreteras en las montañas de Nepal son limitadas, casi inexistentes”, dijo Chhetri. “No puedes llevar allá tu vehículo”.

Un paracaidista del Ejército de los EE. UU. se moviliza a un punto de reorganización después de una operación aerotransportada exitosa en Deadhorse, Alaska. SARGENTO TERCERO DANIEL LOVE/EJÉRCITO DE los EE. UU.

Las operaciones militares —ya sea el rescate de alpinistas en el Monte Everest o combatir una insurgencia maoísta de una década de duración que terminó en 2006— se tienen que llevar a cabo, sin importar el rigor de las condiciones. Para hacer el trabajo, el Ejército de Nepal con frecuencia viaja a pie y depende de yak, borregos y burros de montaña para mover el equipo, dijo Chhetri.

Existen pocas pistas de aterrizaje para aeronaves de ala fija, y en las temporadas de frío “no puedes aterrizar ahí debido a la nieve y el hielo”, comentó.

COMPONENTE VITAL

Con un equipo de brigada de combate Stryker y un equipo de combate de brigada aerotransportado, USARAK ha desplegado fuerzas en todo el mundo, incluyendo Afganistán, Irak y Kosovo. Los guerreros de montaña de clima frío son esenciales en esta misión global debido a que las regiones frías representan el 31 por ciento de la superficie terrestre, y el 27 por ciento del mundo tiene terreno montañoso, dijo Owens.

Ya sea que la misión sea proporcionar socorro en casos de desastre, como cuando ocurrió el devastador terremoto que afligió a Nepal en 2015, donde murieron casi 9,000 personas y 22,000 resultaron lesionadas — o misiones de combate en temperaturas congelantes— los guerreros que operan en altitudes elevadas y clima frío tienen que estar entre las personas con el mejor acondicionamiento físico del planeta.

En el caso de USARAK, lo que ayuda es que ellos viven, trabajan y hasta mandan a sus hijos a la escuela en temperaturas bajo cero, comentó Owens. Esto es parte de la vida diaria.

“Nuestros soldados no solo se adiestran en regiones frías, sino que también viven en ellas. Aún en las actividades diarias, ellos saben no solo cómo sobrevivir ahí sino cómo funcionar bien. Vivir en Alaska, especialmente en el área de Fairbanks donde se encuentra ubicado nuestro equipo de combate de brigada Stryker, la temperatura llegó a menos 46 grados Celsius en enero. Esas temperaturas no se encuentran en ninguna otra parte”.